miércoles, 16 de mayo de 2012

Tú y tu orgullo

¿No podrías dejar ese estúpido orgullo a un lado por una vez?
¿No podrías dar el primer paso para arreglarlo todo ya?
¿A qué se supone que estás esperando?
Siempre haces igual.

Y no entiendo porque te cuesta tanto reconocer que te has equivocado.
Especialmente, cuando sabes de antemano que antes de decir lo siento, ya
estás perdonado. No entiendo como puedes ver las cosas desde esa perspectiva.

Juraría que prefieres perder todo esto, antes de pedir perdón.
O simplemente sabes que no te hará falta, que antes de que lo pidas tú, ya
me habré disculpado yo. Esta guerra es así.

¿Y sabes por qué? Porque a mi no me da miedo pedir perdón.
No me importa el orgullo, es más, no soy nada orgullosa.
Y prefiero mil veces dar el primer paso, y que todo esto continúe antes que
perderte. Y en realidad, esa es tu suerte.

Tu suerte es que te deje ganar, que no siga la pelea, porque, sinceramente,
me parece absurda. Me parece absurdo pelear cuando en realidad es lo
ultimo que quiero hacer.
¿Y sabes que otra cosa me parece absurda? Que no seas capaz de
reconocer un error delante de la persona que amas, solo por tu orgullo.

Tu suerte es que me importes demasiado como para dejarte escapar.
Tu suerte es que por el momento lo pase por alto.
Por el momento, no siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario